Este primer fin de semana de mayo, nos hemos ido a tierras de Tarragona y hemos visitado el Santuari de Santa Marina, un santuario con mucha devoción por los habitantes de Pratdip y la comarca. El santuari se encuentra a unos 300 m en el Pla de Jull dentro de la Reserva Natural de la Llaberia.
Es un santuario ubicado entre bosque mediterraneo y cultivos agricolas. Justo al lado del santuario hay una zona de picnic y un restaurante, así como una fuente con un buen caño y donde había mucha gente rellenando garrafas, ya que por lo visto sus aguas son de gran calidad.
Bueno el Santuario por lo visto ya existia sobre el año 1335, con tantos años de historia como ha pasado con tantos otros santuarios ha pasado por momentos de más devoción, momentos de abandono y momentos de destrucción, incluso se construyo un balneario debido a la calidad de sus aguas que al final no llego a buen puerto. Después de un tiempo de abandono, la Generalitat lo catalogo dentro de nuestro patrimonio y se ha recuperado. Os dejo un enlace donde podéis encontrar más información, incluidas fotos del interior del santuario que nosotros no pudimos hacer porque no funcionaba la iluminación.
Una de las principales historias de este santuario es su retablo. El primer retablo es del año 1602, el cual fue sustituido el en 1730 por un de estilo barroco con una magnífica talla de Santa Marina que fue la joya del santuario, y que fue quemado en la guerra civil, o eso se pensaba hasta que en el año 2002 se descubrió que estaba en el museo de Reus. Actualmente, este retablo por seguridad se encuentra en la iglesia de Pratdip.
Bueno ahora os explico un poco la historia de Santa Marina, gracias a la documentación que me facilito la chica que se encontraba en la oficina de turismo.
Santa Marina, era una niña que vino de Egipto y que se hizo pasar por chico para ingresar dentro del monasterio como Fra Marí. Tuvo la desgracia que le acusaron de violar a la hija de un señor de la comarca y ella nunca dijo que era un chico, entonces la expulsaron del monasterio y se pasó el resto de su vida cuidando del niño, repudiada y en la más absoluta pobreza. Fue en su muerte cuando los frailes se dieron cuenta de su error y entonces fue proclamada Santa, Virgen y Martir. Sus restos, como paso con todos los de los mártires dieron vueltas por medio mundo, hasta acabar en el Santuari de la Misericordia de Reus.
La leyenda de los Dips.
Os aconsejo mucho hacer esta visita con niños, y pasear por Pratdip y su castillo buscando "dips". Los dips son una antigua leyenda de perros vampiro. Hay que buscar 10 dips por todo el pueblo. El pueblo bien merece la visita y además podéis parar en la cooperativa a comprar aceite o vino de gran calidad.
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