Se encuentra en un pequeño cerro rodeado de olivos centenarios, y desde el cual se divisa el macizo de l'Albera, les Salines, y el mar.
La capilla primitiva estaba dedicada a San Miquel, y fue construida por el pueblo de Cistella en el 1429. En la segunda mitad del siglo XVII, el rector Francesc Veí la reconstruye, y seguramente por aquel entonces se instaura la dedicación a la Mare de Déu de la Vida. Solo se conserva de la primera iglesia el ábside, convertido en capilla lateral dedicada a Sant Miquel.
Nosotros no pudimos entrar dentro de la iglesia porque estaba cerrada. Por lo visto hace unos años unos desaprensivos entraron en la iglesia y robaron laimagen de la Virgen, que no tiene ningún valor tangible, pero en cambio el intangible es incalculable... debido a esto, y como podréis ver en las fotos, pusieron una reja metálica para dificultar estos actos vandálicos.
1 comentario:
cuantos santuarios tan bellos para visitar.
solo conozco los de Buenos Aires, hace poco fui a un restaurante que conocí en restorando al lado de una iglesia muy importante de recoleta, asi que luego de comer, pasé por allí.
tengo fé y espero que siga creyendo día a día
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